Reseña de la película - Spinal Tap II: El final continúa (2025)

      Spinal Tap II: The End Continues, 2025.

      Dirigida por Rob Reiner.

      Protagonizan Christopher Guest, Michael McKean, Harry Shearer, Rob Reiner, Paul Shaffer, Fran Drescher, Elton John, Paul McCartney, Questlove, Chris Addison, Kerry Godliman, Garth Brooks, Trisha Yearwood, Nina Conti, David Furnish, John Michael Higgins, June Chadwick, Griffin Matthews, Kathreen Khavari, Don Lake, Chad Smith y Lars Ulrich.

      SINOPSIS:

      Los ahora distanciados compañeros de banda de Spinal Tap se ven obligados a reunirse para un último concierto, con la esperanza de consolidar su lugar en el panteón del rock ’n’ roll.

      En una proyección especial de acceso temprano, y antes de que Spinal Tap II: The End Continues comenzara propiamente, se emitió un breve anuncio promocional en el que el director Rob Reiner, en el personaje del realizador de falso documental Martin DiBergi, bromea con autocrítica sobre estar agradecido por esta oportunidad de rejuvenecer su carrera. Es honesto, considerando que no sabría decir la última vez que Rob Reiner hizo una película narrativa que valiera la pena ver. Eso hace aún más desconcertante que la distribuidora Bleecker Street prácticamente se esforzara por ocultar esta secuela de legado a la prensa, cuando no es tan mala y está lejos de ser tan vergonzosa y embarazosa como lo que suele salir de este tipo de empresas cinematográficas.

      Parte de este éxito moderado proviene de una historia que, en lugar de intentar abarcar demasiado, se conforma con funcionar como un reencuentro de más de 40 años, incluso si hay algo de fricción entre los miembros de la banda británica Spinal Tap. Un vacío contractual ha puesto en marcha este reencuentro, pero no sin antes ponerse al día con el vocalista David St. Hubbins (Michael McKean), el guitarrista Nigel Tufnel (Christopher Guest) y el bajista Derek Smalls (Harry Shearer) en sus vidas personales. Esto va desde estilos de vida divertidamente irreverentes, como una tienda donde los clientes pueden cambiar grandes bloques de queso por guitarras y viceversa, un museo del pegamento y varios trabajos extraños de composición musical, incluidos podcasts sobre asesinatos y música para líneas de espera telefónica.

      A partir de ahí, son reunidos por la hija de su veterano mánager, Hope Faith (Kerry Godliman), para montar un último show, que llega en el marco de un resurgimiento menor de la cultura pop dentro de este mundo que mezcla ficción y realidad. Es así de simple: cuando Spinal Tap II: The End Continues (con Rob Reiner y toda la banda ficticia acreditados como guionistas) se empeña en satirizar las giras de reencuentro, el humor, que incluye momentos divertidos como sugerir que uno de ellos muera para que el concierto y el regreso causen más sensación, funciona. Cuando los chistes derivan del acto de crear música (como una pedalera que sigue volviéndose innecesariamente más elaborada con piezas adicionales) o de la cultura del rock ’n’ roll (la banda consigue a su primera baterista, y no pasa un día antes de que uno de ellos sugiera “tocar juntos”, dado que ya tocan juntos), las risas están allí.

      Lo que no funciona, y a veces resulta desesperado, es cuando la película parece creer que hacer que los personajes rememoren chistes del original o incorporar cameos de celebridades es algo beneficioso. Tampoco es que la apelación a la nostalgia esté fuera de control de manera nauseabunda, pero no se escapa de ella. Y salvo por un gran papel de un Elton John hilarantemente entregado, ninguno de los cameos es especialmente memorable y parecen más un alarde de lo que los cineastas pueden hacer ahora que esto es, y ha sido, una franquicia exitosa. Incluso el concierto de reencuentro culminante conduce a un remate que se apoya en un gag favorito de los fans del original, aunque eso no impide que aquí resulte bastante gracioso.

      El otro problema es que, a pesar de disfrutar de las vibraciones, aquí no hay mucha historia ni se hace nada interesante con el reparto de apoyo, ya sean personajes que vuelven o nuevos. Hay una grieta entre David y Nigel que se insinúa a lo largo de la película, solo para ser revelada y resuelta en cuestión de minutos, el día antes del concierto; da la sensación de que la película actúa por obligación al establecer un conflicto y resolverlo en lugar de invertir realmente tiempo en él.

      No obstante, la banda y el tono siguen siendo lo bastante encantadores ahora que son más viejos y más sabios. Quizá lo más importante: Spinal Tap II: The End Continues no se hace larga, con la misma corta duración que su predecesora. Para hacer el chiste obvio, esta no está del todo subida al 11, pero tampoco está destrozada. Solo aproximadamente la mitad encuentra la línea entre lo ingenioso y lo estúpido.

      Calificación de Flickering Myth – Film: ★ ★ / Movie: ★ ★ ★

      Robert Kojder