Reseña de la película – Dust Bunny (2025)

      Dust Bunny, 2025.

      Escrito y dirigido por Bryan Fuller.

      Protagonizada por Sophie Sloan, Mads Mikkelsen, Sigourney Weaver, David Dastmalchian, Rebecca Henderson, Sheila Atim y Nóra Trokán.

      SINOPSIS:

      Una niña de ocho años le pide ayuda a su vecino intrigante para matar al monstruo debajo de su cama que, según ella, se comió a su familia.

      En cuanto a metáforas cinematográficas, la idea de los monstruos como sicarios desde la perspectiva de una niña de ocho años resulta bastante inspirada. Además funciona porque el guionista y director Bryan Fuller no se queda solo en la idea, sino que también arraiga Dust Bunny en un mundo de fantasía ligero que mantiene a los espectadores en vilo, preguntándose qué es real y qué es mágico, incluso cuando empezamos a sospechar adónde acabará llevándonos el cineasta con las respuestas.

      De manera similar, el guion también es caprichoso, a veces rima y está salpicado de humor que recuerda a un cuento infantil. Todo sobre la visión narrativa de Bryan Fuller está realizada con tanta confianza e imaginación que tampoco importa que no cuente necesariamente con el respaldo financiero para asegurar que el CGI sea de primer nivel, aunque resulta adecuado para el material.

      Aterrada por el monstruo bajo su cama (una pelusa de polvo monstruosamente grande), los padres de Aurora (Sophie Sloan) naturalmente asumen que está mintiendo y que sus miedos son fruto de una imaginación hiperactiva. Sus padres son asesinados fuera de pantalla, eso sí, por algo, y dado que gran parte de la película está desde su perspectiva, eso se logra mediante tablones del suelo que se mueven y destrucción impulsados por efectos especiales. El monstruo también parece salir solo cuando alguien toca el suelo (algo en lo que nadie cree a Aurora), lo que hace que la niña, ahora huérfana, se desplace por la casa en una barca improvisada. Esto también significa que no es la primera vez que los monstruos se han llevado a sus padres.

      Una noche, Aurora nota a un extraño (acreditado como Vecino intrigante y interpretado por el colaborador habitual de Bryan Fuller, el siempre cautivador Mads Mikkelsen, aquí en lo que tonalmente es una variación sobre Léon, el profesional a la manera de Guillermo del Toro) merodeando y tratando de pasar desapercibido, aparentemente concentrado en algo con gran propósito. Resulta que el hombre es un asesino de monstruos, abatuiendo a un dragón de múltiples ojos en Chinatown durante lo que parece ser una celebración muy festiva del Año Nuevo chino. Naturalmente, a Aurora se le ocurre la idea de enviar un sobre con dinero para contratarlo para matar al monstruo bajo su cama. El vecino (a quien, de forma divertida, siempre le corrigen por pronunciar Aurora como “Erora”) insiste en que él no mata monstruos. Mientras tanto, Aurora le asegura que sabe lo que vio.

      Trabajando con su encargada, Laverne (Sigourney Weaver), el asesino vecino puede deducir que quien mató a los padres de Aurora se equivocó de número de apartamento y había querido matarlo a él. Mucho más fría y directa, ella también le anima a deshacerse de la niña, ya que conoce su rostro. Sin embargo, este violento sicario también tiene un punto blando y se encarga de indagar en la vida de la niña y ofrecerle protección, sintiéndose responsable por la muerte de sus padres.

      La película funciona tan bien como un mano a mano que puede resultar ocasionalmente frustrante, y no termina de funcionar cuando la historia incorpora a personajes secundarios más pequeños (esas escenas también parecen relleno para ocupar tiempo). Tampoco hay mucho interés en desarrollar ese mundo del asesinato ni los tipos de clientes que normalmente encarga al vecino.

      Cuando otro grupo de sicarios, liderado por el poco valorado actor de carácter David Dastmalchian, entra en escena, Bryan Fuller está listo para fusionar por completo la realidad y la fantasía en una emocionante pieza de acción nítidamente rodada y maravillosa. Dust Bunny se apoya fuertemente en su metáfora central, pero se eleva gracias al encanto de las interpretaciones principales y su interacción. Claro, aquí no hay mucha profundidad, pero eso se compensa con creces por la imaginación desplegada.

      Calificación de Flickering Myth – Film: ★ ★ ★ / Movie: ★ ★ ★

      Robert Kojder