
10 películas de boxeo imprescindibles que pegan fuerte
Casey Chong con diez películas de boxeo imprescindibles para tu lista de visionado…
Las películas de boxeo son tan antiguas como el tiempo, remontándose a la era en blanco y negro con títulos como The Set-Up en 1949 y Somebody Up There Likes Me en 1956. Por supuesto, ninguna lista de películas de boxeo estaría completa sin mencionar títulos bien conocidos como Rocky, Raging Bull, Million Dollar Baby y Creed, pero vamos más allá de esos clásicos para mirar una selección de películas de boxeo que no son tan reconocidas y que quizá hayan pasado desapercibidas para ti. Así que, vendad esos puños y preparaos para la entrada al ring, porque aquí hay diez películas de boxeo imprescindibles que dan en el blanco…
Cinderella Man (2005)
La colaboración entre Ron Howard y Russell Crowe en A Beautiful Mind no solo resultó en oro de taquilla, sino que también le valió a la película múltiples Oscars, destacando Mejor Película y Mejor Director. Pensando que la suerte podría repetirse, se reúnen en otra épica digna de Oscar: una película de boxeo basada en la historia real de James J. Braddock. Cinderella Man, tristemente, no cumplió con las expectativas en taquilla, especialmente considerando su abultado presupuesto de 88 millones de dólares. La película también se considera una obra menos conocida de Crowe durante su época crucial en los 2000, particularmente si se compara con sus papeles más prominentes en Gladiator y la ya mencionada A Beautiful Mind.
Al mirar atrás a Cinderella Man, Crowe lo da todo como James J. Braddock, encarnando la dura resiliencia de la leyenda del boxeo en el ring y a la vez a un buen hombre de familia que actúa como el centro emocional de su personaje. También comparte una química memorable con Renee Zellweger, que interpreta a su esposa solidaria, y lo mismo ocurre con Paul Giamatti en su papel merecidamente nominado al Oscar como su mánager de boxeo, Joe Gould. Hay que felicitar a Howard por capturar la lucha cotidiana y la desesperación del entorno de la Depresión, ofreciendo apuestas emocionales y dramáticas en torno a la vida de Braddock fuera del ring. Howard tampoco olvida que esto es una película de boxeo: mete a los espectadores en el meollo de la acción, filmando las escenas con vigor e intensidad cruda.
Bleed For This (2016)
Es una pena que Bleed for This fuera en gran parte pasada por alto cuando se estrenó en 2016. Miles Teller ofrece una de sus mejores interpretaciones hasta la fecha como Vinny Pazienza, captando el descaro y la fisicalidad del boxeador real. Su interpretación comprometida es lo que eleva la película de Ben Younger, que por lo demás recae en clichés del cine de boxeo sobre superar las adversidades.
La adversidad en cuestión sigue siendo inspiradora: una historia difícil de creer pero real sobre Vinny, que sufre un accidente de coche casi fatal que le provoca una grave lesión en el cuello, y su médico le dice que quizá nunca vuelva a caminar, y mucho menos a subirse al ring. Pero se niega a rendirse y empieza a trabajar más duro que nunca. Su pura fuerza de voluntad para lograr lo imposible da a la película un peso emocional muy necesario. Younger, conocido por sus trabajos en Boiler Room y Prime, también merece elogios por sacar lo mejor de su elenco de apoyo, en particular Aaron Eckhart como el entrenador de Vinny, Kevin Rooney. Las escenas de boxeo son también emocionantes, ya que Younger captura con éxito el realismo y la brutalidad del deporte.
Jawbone (2017)
La mirada sin aditivos de Thomas Napper sobre cómo un antiguo campeón de boxeo de su juventud sufre una caída eleva a Jawbone por encima de los viejos clichés del cine de boxeo. El toque de realismo social es una aproximación bienvenida, mientras que la decisión de Napper de no contratar a un actor famoso permite que el protagonista aporte frescura y, en este caso, una energía cruda a la película. El actor en este papel es Johnny Harris, cuya interpretación del acabado Jimmy McCabe intentando recuperarse tras un episodio de alcoholismo y desempleo destaca.
No hay edulcorantes por su parte, ya que la historia detalla su lucha diaria por arreglar las cosas en su esfuerzo por relanzar su carrera en el mundo del boxeo. Napper evita el estilo convencional de filmación de la escena de boxeo mostrada en el acto culminante en favor de una acción sucia y áspera. Cada golpe y movimiento en el ring enfatizan el realismo brutal del deporte, mientras que al mismo tiempo reflejan la batalla a todo o nada de Jimmy por dar lo mejor de sí en la pelea para recuperar su respeto propio y su gloria personal. Jawbone también presenta grandes actuaciones de reparto de Ray Winstone como un dueño de gimnasio cínico e Ian McShane como un promotor de peleas.
Journeyman (2017)
El actor Paddy Considine, que también ejerce como guionista y director de Journeyman, no está interesado en centrarse en el deporte en sí. Claro, hay una escena de boxeo al principio de la película y, aunque es breve, está filmada de forma realista sin los destellos visuales al estilo Hollywood. Pero lo que impulsa más la historia de Considine es la sombría consecuencia de lo que ocurre cuando un boxeador sufre una lesión cerebral grave. Para Matty Batton, cuya pelea con el más joven Andre Bryte (Anthony Welsh) termina con una victoria costosa, su vida nunca vuelve a ser la misma. La lesión le deja con pérdida de memoria y, peor aún, un comportamiento errático que lo conduce a la violencia doméstica contra su agobiada esposa (Jodie Whittaker, en un sólido papel de reparto).
Considine no rehúye la dura realidad de mostrar a un veterano boxeador antes respetable que se convierte en una cáscara vacía de sí mismo después de que todo empeore. Crédito para Considine, tanto en pantalla como detrás de la cámara, por mostrar su versatilidad en la actuación y la dirección. Su guion profundiza en la cruda y emocional profundidad de cómo una lesión cerebral puede alterar la vida de una persona y afectar a todos los demás, en particular a los seres queridos.
Resurrecting the Champ (2007)
Más conocido por sus obras en The Contender y The Last Castle, Rod Lurie mezcla eficazmente el drama periodístico con elementos del cine de boxeo en Resurrecting the Champ. El “Champ” se refiere al personaje sin hogar interpretado por Samuel L. Jackson, que en su día fue un contendiente peso pesado. La historia se centra principalmente en cómo un periodista con dificultades, interpretado por Josh Hartnett como Erik Kernan Jr., intenta encontrar una buena historia, y su encuentro con el Champ, alias Bob Satterfield, le da la idea sobre qué escribir.
Lurie se atreve a despojar la mayor parte de las fórmulas del cine de boxeo para dar paso a la verdad y el legado que rodean el ilustre pasado de Satterfield, alternando entre flashbacks y el presente. La película se beneficia de una de las actuaciones más subestimadas de Jackson en su ilustre carrera, interpretando a un boxeador que ahora es una sombra de lo que fue. Pero lo que realmente hace interesante a la película es cómo el supuesto Champ engaña a Erik por hacerse pasar por Satterfield todo ese tiempo, lo que termina arruinando la integridad profesional de Erik como periodista.
The Boxer (1997)
La colaboración entre Jim Sheridan y Daniel Day-Lewis ha dado lugar a dos de sus mejores obras en My Left Foot e In the Name of the Father, pero su reunión en The Boxer es en gran medida vista como una entrada menos conocida en la filmografía de ambos. A pesar del título, los momentos de boxeo forman parte de una narración más amplia, que también aborda el conflicto etnopolítico de Los Troubles en Irlanda del Norte, el dilema personal del protagonista (Danny, interpretado por Daniel Day-Lewis) y su compleja relación con Maggie (Emily Watson).
La trama de alcance amplio podría desanimar a fans y público que esperen un drama de boxeo convencional. Pero quienes estén familiarizados con la obra de Sheridan serán recompensados por su robusto estilo cinematográfico arraigado en el realismo, incluyendo la prioridad puesta en contextos sociopolíticos y relatos centrados en los personajes por encima del enfoque seguro y comercial de Hollywood. Asimismo, Sheridan saca lo mejor de la sutil actuación principal de Daniel Day-Lewis, mientras que muestra suficiente destreza durante algunas de las secuencias de boxeo más contundentes. The Boxer también es notable por su paleta de colores con tintes azulados, que refleja el tono frío y sombrío de la película.
Diggstown alias Midnight Sting (1992)
Michael Ritchie toma el familiar género del cine de boxeo y le da un giro de narrativa de estafa en Diggstown, protagonizada por James Woods como Gabriel Caine. Es un estafador recién salido de prisión que ya busca su próxima jugada. El punto culminante de la película gira en torno a la apuesta total de Caine con el dueño de Diggstown, John Clayton Gillon (un Bruce Dern perfectamente sórdido) sobre un desafío aparentemente imposible: un hombre contra diez boxeadores de Diggstown en un solo día. Ese hombre es “Honey” Roy Palmer (Louis Gossett Jr.), un boxeador veterano que acepta participar en el reto.
Diggstown presenta a James Woods en su habitual interpretación de hablar rápido, y hacer de estafador es justo lo suyo. Hace buena pareja con Louis Gossett Jr., quien ofrece una interpretación entrañable como el rudo pero genial “Honey” Roy Palmer. Benny “The Jet” Urquidez, conocido por apariciones en Wheels on Meals y Dragons Forever protagonizadas por Jackie Chan, aparece como árbitro y también fue responsable de coreografiar las bien montadas escenas de boxeo.
Hard Times (1975)
Hard Times marca el debut como director de Walter Hill mientras explora el mundo de las peleas callejeras a puño limpio durante la década de 1930. Con una duración ajustada de 93 minutos, Hill adopta una narración económica que se centra en un vagabundo llamado Chaney (Charles Bronson) interesado en ganar dinero mediante peleas clandestinas a puño limpio con la ayuda de un promotor interpretado por James Coburn.
Chaney, interpretado por Charles Bronson, encarna al tipo de protagonista duro y lacónico que se convertiría en uno de los rasgos distintivos del estilo cinematográfico de Hill en sus futuros trabajos. Además, la personalidad estoica y característica de Bronson lo hace perfecto para ese papel. Las peleas son austeras y brutales; todas filmadas en un estilo minimalista con muchos planos largos y sin los excesos llamativos de Hollywood. Hard Times también captura con éxito la pobreza y la clase trabajadora de la era de la Depresión de los años 30, gracias a la cinematografía atmosférica de Philip H. Lathrop y al agudo ojo de Hill para los visuales crudos.
Gladiator (1992)
Antes de Gladiator, la película ganadora del Oscar de Ridley Scott, hubo otra con título similar ocho años antes. Excepto que esta última no tiene nada que ver con el género de espadas y sandalias, sino que es una película de boxeo dirigida por Rowdy Herrington, conocido por Road House. La película se centra en Tommy Riley (James Marshall), que se ve obligado a unirse al boxeo clandestino para pagar las enormes deudas de su padre (John Heard). La sólida y directa interpretación del protagonista demuestra que está en camino de hacer la transición de la televisión, donde era conocido por sus papeles recurrentes como James Hurley en Twin Peaks, al cine de largometraje.
Una lástima que Gladiator no conectara bien con el público en su día. Francamente, merece una segunda oportunidad. Herrington hace un buen trabajo equilibrando su película con una mezcla de drama de boxeo crudo y narrativa de angustia adolescente. Sin mencionar que permite que sus actores brillen, incluyendo notables papeles de reparto de un Cuba Gooding Jr. anterior a Jerry Maguire y Brian Dennehy, siendo este último un promotor de boxeo intrigante.
Southpaw (2015)
Southpaw podría haber sido candidata al Oscar, especialmente dada la impresionante transformación física de Jake Gyllenhaal para ponerse en la forma ideal de un boxeador profesional. Su pura dedicación para lograr tal físico, junto con su habitual actuación intensa, es una hazaña que a los votantes de la Academia les hubiera encantado premiar con una nominación. Lamentablemente eso no sucedió, ya que el papel comprometido de Gyllenhaal como Billy “The Great” Hope fue en gran medida pasado por alto en su momento.
La historia puede ser un cliché, pero el director Antoine Fuqua logra compensarlo con grandes actuaciones no solo de Gyllenhaal sino también de Rachel McAdams como la esposa de Billy, Maureen. Las secuencias de boxeo son de primera categoría, con Fuqua enfatizando el movimiento visceral de los golpes. También hace un buen trabajo inyectando el peso emocional con temas resonantes de duelo y redención.
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Casey Chong











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