Movie Review – Wicked: For Good (2025)
Wicked: For Good, 2025.
Dirigida por Jon M. Chu.
Con Cynthia Erivo, Ariana Grande, Jonathan Bailey, Michelle Yeoh, Jeff Goldblum, Ethan Slater, Marissa Bode, Bowen Yang, Bronwyn James, Sharon D. Clarke, Colman Domingo, Peter Dinklage, Adam James, Scarlett Spears, Kerry Ellis, Alice Fearn y Keala Settle.
SINOPSIS:
Elphaba, la futura Bruja Malvada del Oeste, y su relación con Glinda, la Bruja Buena del Norte. La segunda parte de una adaptación cinematográfica en dos entregas del musical de Broadway.
Si en la espectacular y deslumbrante primera parte de Wicked había que combatir una puesta en marcha excesivamente alargada, el igualmente gozoso segundo capítulo de la adaptación del musical de Broadway dirigida por Jon M. Chu, Wicked: For Good, viene con su propia buena ración de defectos, esta vez más invasivos que un tiempo de metraje extendido que aportara profundidad a la caracterización. Con una duración de aproximadamente 20 minutos menos que su predecesora, hay aspectos aquí que se sienten fuera de sitio, sobre todo con la inevitable conclusión de la narrativa de El Mago de Oz dentro de la continua exploración de la amistad y la ruptura entre Elphaba, la Bruja Malvada del Oeste (Cynthia Erivo) en ciernes, y Glinda, la Bruja Buena del Norte (Ariana Grande).
No hay sustituto para Judy Garland, y no debería tocarse el legado de esa película clásica (un gesto lateral para insultar la profanación alterada por IA que ocurre en el Sphere de Las Vegas, aunque esa es una conversación para otro momento), así que se entiende mantener esa historia en segundo plano mediante una actuación muda de Dorothy y apariciones que se sienten más como cameos que como otra cosa. También está la preocupación de que profundizar en ello podría ser aún más una distracción de cara a los fans, restando atención a la historia que se cuenta entre Elphaba y Glinda. Dicho esto, Jon M. Chu (trabajando sobre un guion de Winnie Holzman y Dana Fox, presumiblemente adaptando fielmente la obra teatral de la primera, y contando con música de John Powell y Stephen Schwartz) está entre la espada y la pared. Quizá esto funcione en el escenario como musical, pero como película, aunque una vez más vívidamente colorida y realizada con actuaciones angelicales y una historia central conmovedora, sus vínculos con El Mago de Oz simplemente se sienten apresurados y torpes.
Y eso sin entrar en algunos de los efectos visuales más feos para personajes queridos como el Hombre de Hojalata y el Espantapájaros, retocados con una sobreabundancia de CGI que, más que nada, sirve para recordar que menos es más, y que los vestuarios del original de 1939 eran más que adecuados en este aspecto. Mientras tanto, el León Cobarde sale indemne aquí, no solo pareciendo un león real sino mostrando expresiones faciales cobardes ricamente detalladas en cada uno de sus movimientos y líneas de diálogo (que, de nuevo, no son muchas).
En cuanto al resto de efectos, ya sean monos espías alados creados por CGI forzados a obedecer los designios del Mago (Jeff Goldblum) o los varios diseños de vestuario elaborados (específicamente, la variedad de vestidos rosas de Glinda), o la mirada a la construcción del Camino de Ladrillos Amarillos, el presupuesto sin duda gigantesco se gastó bien. Esta es la película donde el color estalla en cada centímetro del encuadre, con numerosos trajes y edificios rebosantes de múltiples tonalidades. Los colores, a menudo en choque, crean nuevamente un aspecto llamativo y estéticamente delicioso.
Indudablemente, esos elementos cargan con gran peso en una historia que lucha siempre que toca conectar con El Mago de Oz. Ya hay peros que poner a la caracterización de la hermana parapléjica de Elphaba, Nessarose (Marissa Bode), que ahora es gobernadora y aparentemente también está en un camino de maldad (a propósito, si uno se toma un trago cada vez que alguien dice “good” o “wicked”, se desmayará en la primera hora) por razones que, aunque expuestas, también se sienten un poco forzadas sobre el personaje. No hay mucho espacio para una transformación orgánica, ya que la película usa principalmente una gran escena para cada personaje clave. La cuestión es que no siempre funciona, y la representación de Nessarose en el guion se siente como un fracaso para las personas con discapacidad y está ejecutada de forma torpe.
Afortunadamente, cuando la narrativa se centra en Elphaba y Glinda, es notablemente más centrada, atractiva y emocional, aunque resulta un poco molesto que aspectos clave de sus respectivos arcos se reduzcan a pelear por Fierro (Jonathan Bailey). Lo que resulta más fascinante es la idea de Oz como un sustituto de Estados Unidos, la supuesta tierra de las oportunidades, y el Mago como una figura trumpiana que no solo miente sin cesar, sino que en un momento señala la incómoda realidad de que aun si revelara su naturaleza engañosa, no importaría porque una vez que la gente compra la idea de alguien o algo, ese control tiene casi ninguna posibilidad de romperse. Es una observación que suena decepcionante y sombríamente verdadera, dado la semana que atraviesa Estados Unidos mientras escribo esta reseña.
Incluso hay una canción (de las muchas maravillosamente cantadas y sonoramente celestiales) que comienza con letras que claramente pintan a Oz como una metáfora de Estados Unidos, sobre todo considerando la continua opresión corrupta de quienes son diferentes. Y aunque es cierto que ninguno de los números aquí se compara con Defying Gravity, las secuencias musicales vuelven a estar coreografiadas, completas con el ocasional plano aéreo o plano general de la directora de fotografía Alice Brooks para capturar tanto movimiento como los decorados meticulosamente elaborados.
Cynthia Erivo y Ariana Grande también están de nuevo soberbias, aunque este capítulo parece más preocupado por Glinda como alguien atrapada entre tener la adoración, la popularidad y el estatus que siempre ha anhelado por parte del pueblo y, al mismo tiempo, tratar de hacer lo correcto por Elphaba, que avanza contra el Mago y sus hechos malvados mientras se enfrenta a sus errores y a su lugar en tales circunstancias. Wicked: For Good desciende de las alturas y vuelve a la tierra, pero sigue siendo un final lo suficientemente conmovedor y gozoso, aunque defectuoso.
Valoración de Flickering Myth – Film: ★ ★ ★ / Movie: ★ ★ ★
Robert Kojder
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