Entrevista exclusiva: David Michôd, director de Christy

      Dan Barnes charla con el director de Christy, David Michôd…

      El director australiano David Michôd —conocido por películas como Animal Kingdom, The Rover, War Machine y The King— se adentra en un territorio nuevo con este biopic sobre Christy Martin, la dramatización protagonizada por Sydney Sweeney de la trágica historia de vida de la boxeadora.

      David nos habló sobre su inspiración para la película, su enfoque hacia los personajes y el trabajo con Sweeney, Ben Foster y, por supuesto, la propia Christy Martin, en nuestra entrevista exclusiva que puedes leer a continuación…

      Christy Martin, como tema, es diferente a cualquier otro personaje que hayas abordado antes en tus películas. Así que me preguntaba qué era en ella como persona lo que te atraía como narrador, y cómo surgió el proyecto.

      Cuando vi el documental de Laura Brownson en Netflix (Untold: Deal with the Devil, 2021), me atrajo de inmediato la idea de hacer una película que me permitiera desentrañar cómo funcionan este tipo de relaciones de control coercitivo. Me interesaba mucho entender cómo una mujer tan fuerte y poderosa como Christy Martin podía encontrarse atrapada en una relación así durante 20 años.

      Pero también fue el hecho de que Christy fuera una mujer tan fuerte, poderosa, fogosa y de lengua afilada lo que la convertía en una candidata emocionante para mí. Había estado, de forma vaga, pendiente de una película sobre una mujer, en lugar de otra película sobre un hombre. Así que cuando Christy se presentó, pensé: «vale, esta es». Tiene una gran personalidad y es multifacética. Obviamente dura, pero extrañamente vulnerable y frágil, y también amable. Todos los ingredientes para un personaje realmente genial.

      En muchos sentidos, no es realmente una película de boxeo. Christy resulta ser boxeadora, pero, como has señalado, la película trata en realidad de esta relación abusiva en la que está atrapada. Encontré fascinante el empeoramiento gradual del comportamiento de Jim, y Ben Foster es increíble en el papel. Quería preguntarte cómo abordasteis ese personaje. Porque es tan cruel, y no puedo imaginar lo difícil que fue mantenerlo como un ser humano, en lugar de una caricatura.

      Nuestra misión principal fue asegurarnos de que no fuera simplemente un monstruo, sino un hombre roto que hace cosas monstruosas. Muchos de estos hombres abusivos provienen de infancias profundamente traumáticas, sufren problemas de abandono bastante profundos; hombres que experimentan su masculinidad en la forma de ejercer control sobre otra persona, y que ven la pérdida de ese control como una forma catastrófica de aniquilación.

      Les parece que su mundo se está derrumbando cuando esas relaciones comienzan a desmoronarse, por eso las mujeres corren a menudo el máximo peligro cuando una relación está en sus estadios finales. Justo cuando podría parecer que tienen un pie fuera de la puerta es cuando están en mayor peligro. Así que era muy importante para Ben y para mí que, cuando sucede ese colapso catastrófico en la relación, Jim quede como desolado. Está tan psicológicamente a la deriva que sufre un brote psicótico.

      Pero antes de todo eso, también nos importaba mucho que se entendiera por qué ella podría estar con él. Él era extremadamente bueno manipulando a Christy, haciéndole creer que cualquier éxito que pudiera venirle dependía de él. Y dado lo estresante que era su trabajo, él tenía que ser capaz de consolarla cuando lo necesitara.

      Así que sí, necesitaba tener más de una dimensión. Tenía que ser un ser humano con todas sus dimensiones. Sabía que Ben entendería eso, y que profundizaría y encontraría por sí mismo cómo hacerlo real.

      Sydney Sweeney es fantástica en la película, y es una transformación enorme para ella. Sé que también trabajó como productora. ¿Podrías contarme un poco cómo llegó al proyecto? ¿La elegisteis o fue un proyecto apasionado para ella?

      La elegimos. Mirrah (Foulkes, coguionista) y yo ya habíamos escrito el guion —trabajando con Kerry Kohansky-Roberts, nuestra productora en Anonymous Content— y estábamos tratando de averiguar la manera de financiar la película, sabiendo que no iba a ser fácil. Pasaron dos cosas. Una fue que un amigo me señaló la película de Tina Satter, Reality (2023). La actuación de Sydney en esa película simplemente me dejó noqueado. Eso disipa cualquier duda sobre si ella es realmente una actriz con mérito.

      Y la otra fue que otro amigo me dijo: «¿sabes que ella solía entrenar y competir como peleadora de MMA cuando era joven?» Para mí eso fue muy tranquilizador, porque al menos sabía que estaría preparada para el trabajo que le pediríamos. Así que le enviamos el guion, y 24 horas después estaba en una llamada por Zoom con ella. Y me quedó claro que ella quería participar y que podía hacer el trabajo.

      Una cosa que realmente aprecié fue cómo cambia la forma de ser de Christy. En esas primeras peleas, es muy dulce e ingenua y no se cree la suerte que tiene, pero esa inocencia y optimismo se le van quitando gradualmente a lo largo de la película. Y no es solo su marido. La película también toca la relación de Christy con sus padres, y lo abusiva que puede ser su madre. Me pareció que Merritt Wever fue muy convincente en ese papel. ¿Cómo fue trabajar con ella?

      Merritt es una actriz muy cerebral. Es una pensadora, así que quiso hablar sobre por qué quería que interpretara al personaje antes incluso de aceptar. Quiso saber qué le pediría y luego intentar averiguar si creía ser capaz. Pero una vez que tuvimos esas conversaciones previas, apareció en el set prácticamente totalmente formada.

      Se trató solo de empujarla en una dirección u otra, que para mí es lo que siempre quiero hacer como director. No quiero tener que reinventar la rueda de un actor en el set. Quiero saber que todo lo que necesito hacer son pequeñas indicaciones básicas.

      Y por último, me preguntaba si podrías explicar un poco la propia implicación de Christy Martin en la película.

      Bueno, estuvo muy involucrada en la medida en que estuvo presente en muchas ocasiones. Pero Mirrah y yo nos quedamos a escribir solos. Mirrah pasó una semana con Christy en Florida y simplemente la conoció, le sacó información, fue a los lugares, vio las cosas. Pero luego nos quedamos a escribir el guion, y para nosotros había una serie de hitos bastante significativos que debíamos pasar. El primero fue conocerla y tratar de medir si esta era una relación que pudiera funcionar para cada uno de nosotros. El siguiente fue mostrarle un guion una vez que tuvimos uno. Angustioso, pero ella fue increíblemente comprensiva. Realmente no tuvo notas, solo un puñado de cosas técnicas relacionadas con el boxeo.

      Y luego todos estábamos un poco nerviosos sobre lo que la presencia de Christy en la producción podría significar para todos. Tenía bastante claro que iba a ser un activo. Simplemente una hermosa defensora de todos nosotros, en lugar de querer controlar el proyecto —lo cual estaría justificado. Sé que si alguien hiciera una película sobre mí, querría controlarla.

      Pero nos quedó muy claro a todos, muy rápido, que ella estaba simplemente emocionada de que esto estuviera ocurriendo. Todo el equipo conocía su historia, sabía lo que le había pasado y sabía qué persona increíble es solo porque logró sobrevivir a todo eso. Así que todos estaban allí para luchar la buena batalla. Christy lo notó, así que solo quiso estar presente.

      Le preguntábamos regularmente «¿esto pasó o aquello pasó?» y ella siempre estaba preparada y dispuesta a responder esas preguntas, pero nunca de forma microgestora. Y eso se mantuvo durante toda la producción. Cuando le mostramos un montaje de la película, volvimos a ponernos nerviosos, y de nuevo no tuvo notas. Estaba simplemente muy agradecida de que a nosotros nos importara tanto como a ella.

      VER TAMBIÉN: It’s A Life Story: Christy Martin – Entrevista exclusiva

      Muchas gracias a David Michôd por dedicar tiempo a esta entrevista.

      Dan Barnes