
Cuidado y consentimiento: cómo el equipo de Life After navegó el cine ético sobre discapacidades
Reid Davenport es el director y Colleen Cassingham la productora de Life After, un documental de investigación sobre los dilemas morales y motivos de lucro en torno a la eutanasia asistida. La película, que debutó en Sundance, será estrenada el viernes en el Film Forum de Nueva York, con posteriores funciones en todo el país. En este artículo, Davenport y Cassingham explican cómo Multitude Films, donde trabaja Cassingham, encomendó a un psiquiatra clínico para apoyar y proteger a los participantes del documental.—M.M.
Nuestro documental Life After revela las formas en que la autonomía de las personas con discapacidad es limitada por fallos sistémicos, incluyendo pobreza, barreras a la atención médica e historias de institucionalización y eugenesia. La película reúne las voces ausentes de la comunidad de personas con discapacidad en el debate contemporáneo sobre la eutanasia asistida, descubriendo historias escalofriantes de personas con discapacidad que mueren prematuramente — y poniendo en duda la idea de que la eutanasia asistida siempre representa una decisión libre, cuando a veces puede ser vista como la única opción.
Dada la naturaleza sensible del tema del documental y la vulnerabilidad de nuestros participantes, fue fundamental para nuestro equipo asegurar que operáramos con cuidado y honestidad en cada etapa del proceso de realización cinematográfica.
La relación entre el cineasta y el participante es nebulosa — es a la vez personal, profesional y algo intermedio. Operamos guiados por la intuición y buenas intenciones, pero no contamos con un marco claro y principios rectores a los que podamos acudir para mitigar daños y priorizar el cuidado. Al crear Life After, estábamos solicitando y seleccionando personas inherentemente vulnerables para participar en una película, por lo que sentimos una profunda responsabilidad hacia nuestros participantes.
Ética en el documental y Life After
Para guiarnos en nuestro enfoque, contamos con la participación de la psiquiatra clínica Dra. Kameelah Oseguera (“Dra. Kam”), responsable del cuidado en Multitude Films. Dedicada a operacionalizar los compromisos del equipo cinematográfico con el cuidado, la Dra. Kam es una experta líder en consideraciones y prácticas basadas en el trauma en la realización de documentales. Su rol es apoyar tanto al equipo como a los participantes en la navegación de dilemas éticos y otros desafíos inherentes a la realización de cine de no ficción y el impacto que esto puede tener en todas las partes.
Durante la producción, la Dra. Kam nos ayudó a estructurar entrevistas emocionalmente cargadas con cuidado, claridad y anticipando las necesidades y preocupaciones de los participantes. Una de las perspectivas que buscamos incluir en Life After fue la de una persona canadiense con discapacidad o enfermedad crónica que considerara el acceso a la Asistencia Médica para Morir (AMM) en Canadá en respuesta a la pobreza, barreras a la atención o vivienda accesible.
También lea: Luchar, hacer amigos en el campamento y vender galletas son temas del programa de Discapacidades de NFMLA
Por los riesgos de intervenir en la vida de estas personas, desarrollamos una rúbrica interna para ayudarnos a evaluar a quién era seguro contactar, manteniendo nuestro principio rector de “no hacer daño.” Los factores considerados incluyeron si ya habían hablado con los medios, en qué etapa estaban de su solicitud de AMM, así como sus circunstancias de salud, financieras y de apoyo externo.
Al seleccionar a nuestros participantes, la Dra. Kam actuó como enlace externo, ofreciéndoles sesiones de cuidado antes y después de las entrevistas para ayudarlos a procesar el impacto de su participación, además de apoyo periódico durante el lanzamiento y difusión de la película.
A lo largo de nuestro trabajo con la Dra. Kam, ella también nos recordó que contar historias éticas no solo consiste en proteger a los demás; también implica dotarnos de previsión, confianza e integridad. Aprendimos de esta experiencia que el trauma que llevan consigo los participantes extremadamente vulnerables puede desafiar una producción respetuosa y significativa.
Para abordar esto, cultivamos conscientemente un entorno laboral que priorizara la paciencia, la comprensión y la adaptación, sin caer en paternalismos. Tener un grado de colaboración con nuestros participantes fue fundamental para nuestra capacidad de manejar conflictos de manera saludable.
Como cineastas, debemos reconocer nuestra relación de responsabilidad con los participantes, pero la Dra. Kam nos ayudó a entender que el alcance de esa responsabilidad también necesita límites — no debe, ni puede, ser absoluto. Esos límites pueden variar según el cineasta, el proyecto y el participante. Para nosotros, ello significaba asegurarnos de que la carga del cuidado no generara una “tensión en el rol” al recaer únicamente en la productora, y ser transparentes con los participantes sobre cómo cambiaría la frecuencia de nuestra comunicación según las etapas del proyecto.
También establecimos la expectativa de que el equipo cinematográfico tuviera autonomía creativa, y ofrecimos oportunidades claras y controladas para que los participantes proporcionaran retroalimentación y reafirmaran su consentimiento respecto a nuestra representación de sus historias.
La ética en la realización cinematográfica se perfecciona con la práctica. No siempre la ejecutamos a la perfección, pero Life After fortaleció nuestra capacidad para centrar el cuidado y la integridad en cada etapa. La importancia de un equipo sólido para crear un ambiente exitoso tanto para cineastas como para participantes no puede ser subestimada, y contar con la guía profesional de la Dra. Kam en Life After marcó una gran diferencia.
Imagen principal: La directora de Life After, Reid Davenport, y la productora, Colleen Cassingham. Cortesía de Multitude Films.
Otros artículos


-collectible-statue-officially-revealed.jpg)



Cuidado y consentimiento: cómo el equipo de Life After navegó el cine ético sobre discapacidades
Reid Davenport es el director y Colleen Cassingham la productora de Vida Después, un documental de investigación sobre los dilemas morales y los motivos de lucro.