Monjas contra el Vaticano: la directora Lorena Luciano intenta romper los votos de silencio
En el evocador nuevo documental Monjas contra el Vaticano, la directora Lorena Luciano se propone iluminar las historias de silencio, jerarquía y, en última instancia, resiliencia dentro de la Iglesia Católica.
La película sigue a exmonjas, entre ellas Gloria Branciani, Mirjim Kovac y Klara (un seudónimo), mientras rompen su silencio sobre los supuestos abusos del artista y padre Marko Rupnik y la institución que lo protegió. Branciani, que asistió al estreno mundial este pasado otoño en el Festival Internacional de Cine de Toronto, recibió una ovación de pie de cuatro minutos tras la proyección.
Luciano supo que quería hacer esta película después de leer un artículo de la exeditora de la revista Women Church World, Lucetta Scaraffia, sobre abusos del clero. La cineasta italiana pasó años en el sistema escolar católico y tuvo un momento revelador sobre lo profundamente que la cultura estaba marcada por la deferencia al Vaticano.
“Me llamó la atención el hecho de que todas esas mujeres no podían hacer oír su voz de ninguna manera”, dice a MovieMaker. “No era la idea del abuso sexual, sino la idea de estar atrapadas en algo, y se convertía en una isla con muros de silencio muy, muy altos.”
Cuenta que cuando conoció a Branciani por primera vez, sintió la pureza de esa mujer que deseaba tener una vida con sentido y servir a Dios y a los pobres. Encontrarla a ella y a otras exmonjas para que se abrieran supuso un desafío, y llegó a contactar hasta México, España y Estados Unidos. Pasó mucho tiempo investigando y desarrollando el proyecto al principio, pero sabía que el esfuerzo valdría la pena.
“Sabía que, si no lograba encontrar a alguien que compartiera esta increíble historia en primera persona, esto nunca se abordaría”, dice. “Nunca se conocería. Y cuando conocí a Gloria, reconocí en ella el impulso no solo de decir la verdad sino de encontrar su voz. Habían sido desestimadas durante tanto tiempo.”
Cómo Lorena Luciano construyó la confianza para hacer Monjas contra el Vaticano
Ganar la confianza de estas mujeres también llevó tiempo, y al principio Luciano dejó la cámara apagada cuando hablaba con las entrevistadas y esperó hasta que se sintieran cómodas en pantalla. Empezó sin saber si eso alguna vez ocurriría, y estaba dispuesta a adaptarse en la edición.
Al final, Luciano siente que ella y Branciani se encontraron en el momento adecuado de sus vidas y que pudo usar esa relación para elaborar un proyecto íntimo y auténtico. La historia siempre estuvo pensada como un largometraje más que como una serie, a pesar de que Luciano ganó un Emmy por su película de HBO de 2019, It Will Be Chaos. En los Emmy, Luciano también conoció a Mariska Hargitay, quien estuvo de acuerdo en que era una historia importante y se incorporó como productora ejecutiva.
“Mariska y la productora ejecutiva Trish Adlesic fueron ambas colaboradoras y vieron a nuestras mujeres como auténticas luchadoras con mucha luz”, explica Luciano. “En vez de permanecer en la oscuridad, queríamos llevar luz, no solo a los crímenes y los abusos que sufrieron, sino para sus futuros yo. Como mujeres empoderadas que finalmente encontraron su voz.”
Visualmente, la cineasta pensó detenidamente en el subtexto. Monjas contra el Vaticano se centra mucho en las manos, un detalle que recuerda la oración pero que pretende recordar a los espectadores que, cuando las palabras son ignoradas, las personas recurren a sus manos para comunicarse.
“Son una herramienta para decir que siempre hay una señal de que alguien intenta decir algo”, dice. “Depende de nosotros mirar los detalles y las señales para que estemos alerta y no descartemos una verdad increíble que quizá no se diga en voz alta por las condiciones existentes.”
Monjas contra el Vaticano y el poder de la hermandad
La mayor fortaleza de Monjas contra el Vaticano reside en sus temas de hermandad. Era importante para Luciano que sus protagonistas afrontaran viejas heridas y dijeran sus verdades, pero era igual de crucial encontrar la alegría y la resiliencia en rituales compartidos, como cocinar, recoger flores o reír y estar juntas.
“Ni siquiera el abuso pudo quitarles eso”, dice. “Esa es la verdadera belleza, porque proviene de la luz que tienen.”
Llegar a esa luz fue un proceso duro posible gracias al equipo ejecutivo casi totalmente femenino. El esposo de Luciano, Filippo Piscopo, ejerció como productor, y ella dice que fue esencial para negociar el acceso a ciertos sujetos e instituciones, aunque el acceso tuvo más que ver con estar dentro o fuera de círculos cerrados que con el género.
Esa falta de acceso produce momentos poderosos en la película, particularmente en una escena en la que un reportero local intenta abordar a Rupnik en el aeropuerto para obtener su versión de los hechos. La decisión de incluir ese momento en la película fue destacar el silencio sin disminuir las voces de las mujeres.
“El silencio se convierte en un instrumento o herramienta muy peligrosa en sus manos”, dice Luciano. “La propia Gloria le escribió a Rupnik para hablar con él y él nunca respondió ni se comprometió. Fue muy importante mostrar que se hizo el esfuerzo.”
El resultado es una historia íntima sobre mujeres que se unen, encuentran su voz y luchan por la agencia dentro de una institución centenaria. Es tanto una historia de fortaleza como de comunidad y resiliencia. Lo que no tiene es un final firme, dado que Rupnik actualmente enfrenta un tribunal del Vaticano después de que 20 mujeres denunciaron abusos sexuales, espirituales o psicológicos que datan incluso de los años noventa.
Por ahora, hay cierto consuelo en que los mosaicos de Rupnik (arte supuestamente inspirado por estos abusos) han sido retirados del Vaticano y que el tribunal está teniendo lugar. Durante un tiempo, estas mujeres no supieron si eso alguna vez sucedería.
“A través de esta forma de largometraje quise dar a cada personaje tiempo para convertirse, de alguna manera, en universal por lo que representan para el espectador”, dice Luciano. “Por supuesto, estamos abiertos a hacer algo con los desarrollos, ya que esperamos que lleguen novedades.”
Monjas contra el Vaticano se exhibe ahora en el circuito de festivales tras estrenarse en el Festival Internacional de Cine de Toronto.
Imagen principal: Monjas contra el Vaticano, cortesía de TIFF.
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