
Crítica de Sundance: Bunnylovr es un convincente y desordenado estudio sobre el aislamiento social
Sensible y lleno de matices, el debut como directora de Katarina Zhu, Bunnylovr, es un convincente estudio de personajes que nunca acaba de dar sentido a la desordenada vida de Becca (Zhu), asistente personal de día y cam girl de noche. Tal vez ese sea el objetivo, aunque la película a menudo se acerca a algo fascinante para luego dar marcha atrás, tal vez una característica más que un defecto de Becca, una millennial que se encuentra estancada. Al principio se siente atraída por un misterioso cliente que se niega a ponerse delante de la cámara con ella. El nativo de Filadelfia le envía por correo un extraño conejito para que le haga compañía y luego insiste en que monte un espectáculo. La conexión parece estar impulsada más por la soledad y el aislamiento que por el puro fetichismo, pero la película deja las motivaciones del desconocido un tanto ambiguas hasta que establece las reglas básicas, diciéndole en un momento dado que se trata de una transacción. Becca, que vive en el Lower East Side de Manhattan, cuenta con una red de apoyo que incluye a su moribundo padre William (Perry Yung), un jugador que mantiene una tensa relación con su hija, y a su mejor amiga Bella (Rachel Sennott), una artista que ha recibido cierto éxito y presión para crear. Bella y Becca flotan en los mismos círculos sociales; Bella es a menudo un modelo para su trabajo, pero también parecen estar distanciándose. Bella también está en proceso de superar una ruptura con Carter (Jack Kilmer) en una secuencia abrupta que deja la mayor parte de la exposición fuera de la pantalla. La fuerza de Bunnylovr reside en los matices y la observación. La directora de fotografía Daisy Zhou sitúa a Becca en encuadres muy cerrados, a menudo bañados por la luz azul de la pantalla de un ordenador, mientras navega por la vida. La película no dedica mucho tiempo a la exposición, aunque más adelante Becca empieza a entender la relación con su padre. Becca tiene un trabajo de día llevando la contabilidad de un cliente hasta que éste la despide por varias causas, entre ellas llegar tarde y ver la webcam en el ordenador del trabajo de su cliente. Acorralada en un proverbial rincón, acepta reunirse con su cliente online John (Austin Amelio, que recientemente causó una siniestra impresión en Sicario) en Filadelfia, una secuencia que no resulta como cabría esperar. Al pasar el tiempo en gran medida en la perspectiva de Becca, no llegamos a aprender mucho acerca de John más allá de unos pocos detalles biográficos: creció en el norte de Pennsylvania y está navegando por un divorcio. Antes del encuentro, le cuenta a John que su conejita Milk ha muerto tras entrar en "shock" por su extraña petición en una conversación anterior. Al igual que Hard Truths de Mike Leigh, Bunnylovr, ambientada en el presente, podría interpretarse como una película que explora el aislamiento social tras el COVID. Sin embargo, las ideas que explora distan mucho de ser nuevas, ya que aborda la soledad de una vida en un pequeño apartamento que se pasa principalmente en línea. La película no llega a tener la calidad hipnótica y febril a la que aspira. A pesar de que cada una de sus partes resulta evocadora, la ópera prima de Zhu es a la vez frustrante y fascinante; nunca llega a parecer un todo cohesionado. Tampoco Becca, lo que pone a la película en un dilema: sólo porque ella no se tome el tiempo de invertir en relaciones, quizá guiada por la depresión y la soledad, ¿tiene que hacerlo la película?
Escasa, áspera y llena de posibilidades, la atmósfera está impregnada de la energía de una resaca post-Brat Summer en la que la vida se mueve rápidamente alrededor de Becca mientras ella se tambalea. A veces este enfoque funciona, pero no llega a tener la resonancia emocional de otras películas escuetas sobre la soledad en las grandes ciudades (por ejemplo, Entre dos días, de So Yong Kim). Zhu aporta una gran simpatía a su interpretación, pero su debut como directora se siente un poco hueco, desconectado por diseño. Bunnylovr se estrenó en el Festival de Sundance de 2025. Nota: C+
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